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Una investigación realizada por científicos de 17 organizaciones, identificó 57 sitios donde se realizan prácticas ilegales con delfines de río y localizó ocho áreas núcleo donde habitan estas especies a lo largo de las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y Tocantins.
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Se espera que el estudio sirva como herramienta para enfocar los esfuerzos de conservación de las diferentes especies de delfines de agua dulce.
Las amenazas para los delfines de río continúan y su cacería sigue siendo una de las principales causas al usarlo como carnada para la captura del pez mota. Una reciente investigación científica, llevada a cabo por 23 personas de diferentes países (algunas de ellas hacen parte de la Iniciativa de Delfines de Río de Sur América), encontró cuáles son los sitios de cacería, comercio, uso medicinal y consumo de los delfines de río en las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y Tocantins.
Así identificaron 57 sitios donde se realizan estas prácticas ilegales: 33 en la cuenca amazónica, 22 en Orinoco, dos en Tocantins y dos más en la costa atlántica de Brasil. De las 57 localidades identificadas, se estableció que el 64% de las capturas fue usada como carne de monte, el 35% para usos medicinales y el 1% para consumo.
Las prácticas ilegales registradas, son causadas en un alto porcentaje por la captura incidental de los delfines. Y aunque las comunidades locales usan sus ojos y su aceite para el manejo de enfermedades respiratorias, el mayor problema radica en que los pequeños cetáceos siguen siendo usados como carnada para la pesca del pez mota (Calophysus macropterus), especie vedada en Colombia desde 2021, por los altos niveles de mercurio que contiene y que solía ser comercializada haciéndola pasar por capaz.
Los resultados se concluyeron después de analizar 57 estudios previos relacionados con las amenazas a los delfines de río, durante los últimos 40 años y a través de entrevistas a investigadores de países de la región como Bolivia, Brasil, Colombia, Perú y Venezuela, identificando las áreas de captura reportadas.
Federico Mosquera, lider del estudio y biólogo de la Fundación Omacha, resalta que esta problemática que enfrentan los delfines de río está conectada directamente con el modelo extractivista sobre la Amazonia desde la Colonia, pues el uso excesivo de algunos recursos y la transformación de ecosistemas han influido en la sobrepesca que vive la región actualmente y que afecta a los cetáceos de agua dulce.
El estudio identificó ocho áreas núcleo. Cuatro en la cuenca amazónica: ubicadas en la confluencia de los ríos Napo-Amazonas, confluencia de los ríos Loretoyacu-Amazonas y el complejo del humedal Tarapoto, río Iténez, y río Tapajos. Tres en la cuenca Orinoco: ubicadas en el río Guayabero, confluencia de los ríos Guaviare-Inírida y confluencia de los ríos Meta-Bita-Orinoco. En Tocantins el área núcleo es en su cuenca baja.
EL equipo de investigación determinó que del área total que habitan los delfines (más de 1 millón de kms2), solo el 15% se encuentra en áreas protegidas, de manera que el resto de poblaciones están siendo expuestas a diferentes tipos de amenazas inducidas por humanos.
La captura incidental, el uso como carnada en la industria pesquera, el comercio de sus partes para usos en medicina tradicional, los altos porcentajes de deforestación e incendios en zonas inundables, efectos negativos del cambio climático en el pulso de inundación de los ríos y la minería, son solo algunos factores que podrían resultar en la extinción de estas especies.
Además de la insostenible relación entre pesquerías y delfines, la investigación revela que su hábitat está amenazado por la construcción y operación de represas en las tres cuencas, 307 en Amazonia, 10 en Tocantins y 4 en Orinoco. En conclusión, el estudio sostiene que hay una probabilidad estadísticamente significativa de que las poblaciones de delfines de río sigan disminuyendo.
¿Qué se ha hecho para contrarrestar las amenazas?
En países como Brasil, Bolivia Colombia, Perú y Venezuela, se han formulado planes para mitigar las amenazas a los delfines de río, pero su implementación no ha sido efectiva por factores como la carencia de instrumentos regulatorios en áreas transfronterizas para administrar el recurso pesquero, la reducida capacidad institucional para controlar extensas áreas en zonas transfronterizas, los altos niveles de vulnerabilidad económica y bajos niveles de educación de las comunidades. Estos son factores que facilitan su inserción en modelos extractivistas, implementando el uso de estas especies como fuente de supervivencia.
Saulo Usma, especialista de agua dulce en WWF Colombia, resalta este carácter transfronterizo de la problemática que enfrentan los delfines por sus movimientos entre diferentes cuencas de la Amazonia y el Orinoco, por ejemplo. Añade que la creación y manejo efectivo de área protegidas adicionales, planeadas y gestionadas junto a las comunidades, es una opción que tienen los Gobiernos para actuar.
¿Qué más hacer al respecto?
Los delfines de río son una de las especies más carismáticas del ecosistema amazónico, considerada una especie sombrilla e indicadora. La constante disminución acelerada de sus poblaciones y su desplazamiento, la convierten en la especie de mamífero acuático más amenazada de su ecosistema. Así, la investigación resalta la necesidad de seguir investigando para entender los efectos de las amenazas en la salud de sus poblaciones y asumir que, aunque los delfines de agua dulce habiten extensas áreas, su extinción es posible. Asimismo, sostiene que “es urgente que los tomadores de decisiones direccionen políticas de mitigación de las condiciones socioeconómicas y culturales asociadas a las prácticas ilegales que afectan a las poblaciones del delfín de río en Sur América”.
Adicionalmente, el estudio publicado busca consolidar información para apoyar la propuesta del Plan de Manejo y Conservación (CMP, por su sigla en inglés) que actualmente están liderando los gobiernos de Colombia, Brasil, Perú y Ecuador, con el apoyo de la Iniciativa de Delfines de Río de Sur América (SARDI, por su sigla en inglés); y fue presentado este año en el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional.
Sobre SARDI
SARDI, la Iniciativa Suramericana de Delfines de Río, es una cooperación creada en 2017 y está integrada por científicas/os de las organizaciones Faunagua de Bolivia; Fundación Omacha de Colombia; Prodelphinus y Solinia de Perú; el Instituto Mamirauá y el Instituto Aqualie, de Brasil y WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza). SARDI une conocimientos, experiencias y prácticas para mejorar los esfuerzos de conservación y así contribuir al mantenimiento, salud e integridad de las poblaciones de delfines suramericanos y los ríos que habitan.
Para mayor información, por favor contactar a:
Verónica Téllez | Oficial de comunicaciones WWF Colombia – Comunicaciones Iniciativa de Delfines de Río de Suramérica (SARDI)|[email protected] | +57 3013164549.
Página web de la Iniciativa de Delfines de Río de Suramérica: www.river-dolphins.com