Cormacarena y la Fundación Omacha realizaron una estimación poblacional de delfines rosados en la reciente expedición científica. También capacitaron pescadores y guías turísticos de comunidades locales en observación responsable de delfines y, además, realizaron la marcación satelital de 3 toninas la cual aportará importante información para su conservación.
Gracias al trabajo en conjunto entre Cormacarena, Fundación Omacha y las comunidades locales, 51 delfines de río – 11 de ellos, crías- fueron registrados en los ríos Guayabero, Guaviare y Ariari en el departamento del Meta. La expedición que duró 7 días tuvo un recorrido total de 247,5 kilómetros entre los municipios La Macarena y Puerto Concordia.
Como uno de los principales resultados de la expedición, se encontró que uno de los sitios donde es factible encontrar delfines son las confluencias de los ríos, un paso obligado para los peces y por ende, un sitio donde es más fácil su captura para de los delfines, además que son sitios de reproducción. Así lo registraron la mayoría de los avistamientos de hembras con crías, que se obtuvieron en las confluencias del río principal con los caños Yarumales, Anguleta, Cabra, El Gringo, Yamú y Cafre, y en la confluencia con el río Ariari donde se conforma el río Guaviare.
Registro de delfín en el río Guayabero. Foto: Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha.
Este y otros resultados contribuyen a establecer el estado poblacional de los delfines en estos territorios e identificar las principales amenazas que enfrentan. Asimismo, los resultados de este tipo de expediciones aportan a la implementación del Plan de manejo de los delfines de río en el área de jurisdicción de Cormacarena, una herramienta estratégica para la gestión de los ecosistemas acuáticos de la región.
Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, dice que “gracias a Cormacarena, en los últimos años hemos podido evaluar regiones a las que por el conflicto armado no habíamos podido acceder. De esta manera hemos logrado datos clave sobre los delfines de río en el sector más occidental donde hacen presencia en nuestro país. Durante los últimos 25 años fue una zona sin mayor información y que hayamos podido abrir esa frontera, es un gran logro”.
En el recorrido se marcaron con transmisores para el seguimiento vía satélite a tres delfines adultos en la confluencia del caño Yarumales y el río Guayabero. Esta herramienta tecnológica permitirá develar el uso que los delfines hacen de los diferentes ecosistemas acuáticos -incluyendo aquellos ubicados en las áreas protegidas como el Parque Nacional Natural La Macarena y el Área de Manejo Especial La Macarena- y rastrear sus movimientos a lo largo de la cuenca del río Guayabero.
Procedimiento de instalación de transmisor satelital en un individuo macho, en la confluencia del caño Yarumales y el río Guayabero. Foto: Carlos Andrés Aya Cuero, Fundación Omacha.
Capacitación de guías turísticos
En los últimos años, las comunidades locales le han apostado al turismo de la naturaleza en zonas de posconflicto, mediante la conservación de atractivos naturales como Caño Cristales, Raudales, y de especies emblemáticas como los delfines y otras especies en condición de vulnerabilidad como el cocodrilo del Orinoco, la nutria gigante y tortugas terecay.
Por esto mismo, Fundación Omacha y Cormacarena realizaron dos talleres de capacitación a 82 pescadores y guías turísticos en observación responsable de delfines de río. El ideal de estos talleres fue apoyar las iniciativas locales que buscan convertir la observación responsable de especies en una alternativa económica para el desarrollo sostenible de la región.
Participantes en el taller de observación responsable de delfines en La Macarena. Foto: Carlos Andrés Aya Cuero, Fundación Omacha.
Los dos talleres que estuvieron en el marco del proyecto “Implementación de acciones para la conservación y manejo de las poblaciones de toninas (Inia geoffrensis), en los ríos Guayabero y confluencia con el Ariari y Guaviare jurisdicción de Cormacarena” incluyeron un módulo teórico y uno práctico, donde se compartieron aspectos básicos de la biología y ecología de la especie, su distribución, principales amenazas en la región, pautas para la observación responsable y aprovechamiento de otros atractivos turísticos, como el avistamiento de aves.